jueves, 1 de agosto de 2024

Elogio de mis mujeres



Sí; pero no. No es como me lo cuenta

el policía del alma y recuerdo, 

pues, la mentira huele cuando fermenta.

Si bien, de más joven no me di cuenta,

no; pero sí: me porté como un cerdo

 

Tocaba el piano con guantes de lona,

por eso, no hubo elogio ni ovación.

Fue mi conducta insensible y burlona.

No se quedó ninguna solterona,

no; pero sí: me quedé solterón

 

A unas elegí y otras me eligieron.

A unas las perdí y otras se marcharon.

Sí; pero no, al manicomio no fueron,

no; pero sí que el cielo abierto vieron

cuando, a la postre, de mi se libraron

 

Sí; pero no. No hay pedo

El goce del himeneo,

y ya con esto acabo,

con la cebada al rabo

me importa un bledo

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