sábado, 31 de julio de 2021

Mindfulness

Nací para gacela

y al más mínimo ruido salto.

Nunca corrí detrás de nada,

siempre delante de todo,

como lo que soy, presa


Del instinto sin consciencia

se apodera el miedo,

y con él, la irreflexión.

Buenas caderas y piernas

me llevan hasta donde puedo 


Apóstata de la clase obrera.

Desleal con el rebaño,

la selva se me apodera,

en tanto que, nacido para gacela,

soy presa y siempre atento  

miércoles, 28 de julio de 2021

Elogio de mis mujeres

Sí; pero no. No es como me lo cuenta

el policía del alma y recuerdo, 

pues, la mentira huele cuando fermenta.

Si bien, de más joven no me di cuenta,

no; pero sí: me porté como un cerdo


Tocaba el piano con guantes de lona,

por eso, no hubo elogio ni ovación.

Fue mi conducta insensible y burlona.

No se quedó ninguna solterona,

no; pero sí: me quedé solterón


A unas elegí y otras me eligieron.

A unas las perdí y otras se marcharon.

Sí; pero no, al manicomio no fueron,

no; pero sí que el cielo abierto vieron

cuando, a la postre, de mi se libraron

domingo, 25 de julio de 2021

Por si me llaman poeta

Me llaman poeta

y yo, moriré sin saber 

qué es la poesía.

¿A no ser que sea: 

envidia de la belleza,

música para sordos,

cine para ciegos,

el grito del mudo,

el pan del crítico manco…?

No sé, solo es una sospecha.

Escribo como un niño, jugando

para adornar el tiempo

con sinceridad interna;

y si me llaman poeta,

es porque, a intervalos,

junto al teclado,

el café se va enfriando

miércoles, 21 de julio de 2021

martes, 13 de julio de 2021

El ci(s)ne mudo


Entre mito y ceremonia,

sobre el agua mansa 

nada un cisne

y en la cama descansa 

un cuerpo frío.

Con absoluta certeza,

ni el cisne canta

ni el cuerpo es mío. 

No importa bajo que forma,

vivo porque de mí dan cuentan:

la tierra, el fuego, el aire, el agua

y a cada instante me lo recuerdan

llamándome por mi nombre,

esa es la diferencia.

Yo elijo las mejores tomas,

monto mi película,

escondo los recortes

y les privo de su música

domingo, 4 de julio de 2021

REGRESO

Con veintinueve años me suicidé.

Lo recuerdo con alivio.

Pasaba el tren de la vida 

repleto de cáscaras y culpas,

y, con determinación, me arrojé. 

La máquina me hizo trizas.

Los trozos de ignorancia,

de sufrimiento por todo,

migraron al purgatorio,

y, poco a poco, con certezas

y el pulso de un cirujano,

a solas, me recompongo