lunes, 26 de agosto de 2024

Miscelánea (letra mía más IA)


 

Paz interior


Cuando no busco nada,
ni fuera ni por dentro,
paz interior encuentro
en el ahora apoyada,
y en la mente agitada,
mi ansia desaparece.
Breve pero acontece:
estoy, no soy, presencio
el sublime silencio
del sol cuando enmudece. 


¡Qué poco te echo de menos!


Verso azul de mi pesar
¡Qué poco te echo de menos!
Ya que tú y yo lo sabemos,
no nos vamos a engañar.
Cuando tenga que cruzar,
por defecto a la otra orilla,
como cuesta calderilla
del oro de mis recuerdos,
cébalos como a los cerdos,
y haz con mi sangre, morcilla.


Despido procedente

En este cuerpo que habito
y al que estoy tan apegado,
ya es cielo malhumorado
y de soledad tirito.
Prepárenme el finiquito.
La causa es tan evidente,
que no hace falta que cuente
do va el sol cuando declina:
la alta instancia determina,
que es despido procedente. 


En resumen

 

Y te atreves a pensar

al final de los cincuenta,

cuando el futuro se ausenta

y el tiempo empieza a contar.

¿En qué lo voy a emplear?

Y vas recogiendo velas,

viendo en popa las estelas,

y entre tangos y milongas,

te pongas como te pongas,

no hay tutía ni tutelas

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