PAGADO

Fue que tenía una deuda.
Si El Rastro me dio la vista,
yo, devolví la mirada
con mucho agradecimiento,
pa que no me lo eche en cara.

ENTRAMPAOS

No cabe duda de que en deuda estamos.
Por un lado, le debemos la vista,
al Rastro, y, al Ayuntamiento, pasta;
que, si en buenos servicios, se la gasta,
no vamos a reñir por eso ¿No?

SALDAR CUENTAS

Para pagar una deuda, 
le devolvieron la vista,
al Rastro, cuando era ciego.
Así empieza la leyenda
y acaba; pues se van yendo.

EL RASTRO Y LA AVARICIA

La avaricia es tenebrosa
y muy mala consejera.
Si vas al Rastro, a obscuras,
te recomiendo que lleves:
en una mano, bien alta,
la linterna de Diógenes,
y, en la otra, para observarte,
la lupa de Sherlock Holmes.

EL PÚGIL

El viejo púgil hinca las rodillas.
Ve tan cerca la lona como la hora
de arrojar la toalla, y no dar lástima.

CIUDADANO CROMAÑÓN

La  República lleva una
teta al aire. Los monarcas,
el trono pegado al culo.
Lento avanza el cromañón.
Necesita religión,
poder, rivales y leyes.
¿Se nos puede dejar solos,
sin dioses, patrias ni reyes?
Preguntar en recepción.

SOLEÁ

El púgil, si cae se alza,
porque si besa la lona,
en vez de envidia da lástima.