sábado, 11 de marzo de 2023

De una fábula que viene a cuento

           Érase una vez, un tierno pajarillo que cayó (por equis razones) del acogedor nido al inhóspito suelo. No podía volar y estaba aterido de frío. Por los alrededores, pastaba una hermosa y robusta vaca que, al percatarse, movida por la compasión, se acercó al lugar de los hechos, ladeó la cabeza para enfocarle, luego giró su cuerpo y le descargó una mayúscula gandinga. El pajarillo, al recibir la solidaria y cálida plasta, asomó su cabeza y comenzó a piarle en agradecimiento.

Cerca, también se encontraba una zorra (o zorro) buscándose la vida y, al oírle, se acercó sigilosamente y cuando estuvo lo bastante cerca, abrió sus fauces y de un bocado se lo zampó.       

Moraleja: aunque la mierda te llegue al cuello, nunca digas, ni pío... o te freirán con limosnas.

No hay comentarios: