domingo, 4 de octubre de 2020

SONETO

Silencio. Escucho el mar que viene y va. 

Es quien canta cuando estoy en la orilla.

Calma, marejada o marejadilla,

los vientos le dan musicalidad.

 

Cuando es poniente, transmite sosiego;

notas largas con un preludio andante;

rizos de espuma blanca del levante,

conmueven tanto al sordo como al ciego.


Silencio. Miro el mar que sube y baja.

A su ritmo; las mareas puntuales; 

la alborada en un continuo sagrado.


Silencio, por los muertos que amortaja.

Sus mitos preparan los funerales.

Silencio, ahora es él quien ha enfermado

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