miércoles, 3 de junio de 2020

NO SE NADA DE ESE AMOR...


Puedo cantar como un grillo

una noche de calor;

no se nada de ese amor

de princesa en su castillo.


Mermelada de poetas;

suspiros de vanidad,

pues yo, en mi animalidad,

solo veo culo y tetas.


No por esto discrimino.

A ofenderles no me atrevo,

por lo mucho que le debo,

al género femenino.


Lo digo con reverencia.

Beso el suelo y acaricio

su histórico sacrificio

y su épica resistencia.


Como un faraón crecí

de mujeres rodeado.

Tutankamón a mi lado,

por poco, me gana a mí.


Bajo la capa de ozono

bondad, verdad y belleza

por no ser naturaleza

no se unen con el carbono.


Su presencia es per sécula...

Flotan en el universo:

¿Quiere el poeta, en el verso,

componer una molécula?


En su máxima expresión,

ese amor que se sublima

y que a ningún ser lastima,

se resume en compasión.


No hay comentarios: