sábado, 1 de octubre de 2022

Vintage de los ochenta



La luna deja un rastro irisado 

por donde pasa el tranvía 

repicando clin clin, clan clan, 

porque cuando va lleno, avisa.


Con alma inquieta, 

de apuros sobrepasado, 

camina a tientas y expectante 

y, en la frente, un sello: “Denegado”.


Pobre, pero curioso, 

se acerca a un contenedor,

de cuyo fondo brota, 

un impermanente loto.


No digo que se iluminara;

pero, así pasó un día, un año y otro, 

consciente de que envejecía:

hoy es, vintage de los ochenta.

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