miércoles, 15 de septiembre de 2021

Del contenedor al consumidor


Sabiendo que no hay tutía,

que con su pan se lo coma

el necio con picardía;

pero no se merecía

morir como la carcoma:


sin aliento en el vacío,

apagándose en silencio.

Un plano de su bohío

de frente fotografío

y su muerte reverencio

 

A dios fulano de tal.

Solo conozco tu mote.

Si no fui a tu funeral,

no me lo tomes a mal

y espero que el loto brote


del fondo de la escombrera.

¿Qué le importa al comprador

la raza, sexo o bandera 

de quien la mano metiera

dentro del contenedor?


Nada. Solo existe el yo,

yo y yo y la satisfacción

inmediata. Uno compró

¿Y el otro lo que vendió,

bajándose el pantalón 


o subiéndose la falda,

fue éxtasis o sicalipsis?

El trofeo en una balda;

la envidia verde esmeralda

(si falta algo, es por elipsis)

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