jueves, 22 de noviembre de 2018

DE LA MARGINACIÓN SOCIAL.

Primero, te miden los hombros.
Han de ser, en proporción,
flexibles y fuertes
como los dedos de un pianista.
La carga es azarosa.
Nunca sabes el peso ni la forma.
Luego, tienes que estar conforme.
Algunos, crujen y se rompen
cuando apenas despiertan.
El Estado, retira los escombros
y los orilla en el camino.
La vida sigue, con o sin ambiciones.
Va a llover, los pájaros se recogen.

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