domingo, 19 de agosto de 2018

NIRVANA

Antes que se haga de noche
y la vereda se estreche,
consecuente con la vida,
vuelvo al punto de partida
arrojado de una nube.
En El Rastro, me entretuve,
especulando con restos
de unos vivos y otros muertos.
Las llagas de los heridos,
encorvados y aturdidos,
sacudió mis pesadillas.
Ya no me quedan ni sillas,
deseos ni ensoñaciones,
tan solo un par de razones
que mantienen mi cordura.
Libertad y compostura
tienen precio, es el olvido.
¡Negadme cómo he vivido!
Me entrego sin una lágrima.
Sin ira, tampoco lástima.
Acepto, "Memento Mori”.
Renuncio a cualquier satori,
o si preferís, Nirvana,
y apelo a mi fe pagana,
con pleno convencimiento,
de que si estorbo, lo siento

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