sábado, 7 de abril de 2018

A PLUTÓN: POR DESGRACIADO

Las malvas del cementerio,
crecer, tienen que crecer.
A tu costa o a la de otro.
Por mí, que no tengan prisa.

Total, ya me queda poco.
He de acabar un poema
que por más que lo retoco
no logro que me conmueva.

Rematando la faena,
presto estoy para la cita.
No siento por ello pena:
¡si es que es después de la cena
y tengo a mano una tirita!.

Porque en habiendo cenado,
con los años que acumulo,
el susto es más sosegado:
¡y a Plutón, el desgraciado,
lo tengo pegado al culo!.

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