sábado, 9 de diciembre de 2017

UN CUADRO SIN FIRMAR: (Cuento de Navidad)



Un niño duerme en su carro.
La madre entretiene al frío
(que es enemigo en invierno
y en verano deseado)
para que no lo despierte.
Monta la parada, el padre.
Abre el día, y ya los nimbos
han tomado posiciones
en el cielo democrático:
es la anunciada tormenta.
Temen que llueva. Y va y llueve.
Una hora, dos, tres, cuatro horas.
La lluvia para y arrecia.
Se produce la estampida.
Más que pánico hay tristeza.
Todos los que se han quedado,
por crédulos o encelados,
no solo han perdido el día,
sino toda la cosecha.
Como zona catastrófica,
queda El Rastro: desolado,
sin nadie que firme el cuadro.

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