¿Qué nos hace acumular,
si lo que es morir, de veras,
solo cuesta unas monedas
-las que no fía el barquero-?
¿Anhelo de eternidad,
si todo es impermanencia?
¿De felicidad, deseo,
si todo lo deseado,
siendo dulce cuando nace,
amarga con la cosecha?
El miedo despierta la ira
y la envidia la codicia.
Un sin vivir cada día
es el virus del provecho;
perpetua insatisfacción;
una trampa, un embeleco;
una ilusión transmitida
como un cuento sin descuento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario