jueves, 2 de noviembre de 2023

Décimas sin título

Escarbando en mi cabeza, 

entre el paladar y el pelo, 

me doy cuenta del anzuelo 

que me tragué por torpeza.  

Ahora tengo la certeza,

que de haberlo sabido antes, 

los pensamientos errantes 

nunca me hubieran desviado 

hacia el futuro y pasado: 

a sus dominios flotantes.


No hay cambio sin ser valiente; 

vamos a llevarnos bien 

que entre el infierno y el edén 

se transita suavemente.

Cada instante del presente, 

con darse cuenta, es prodigio, 

pero si busco prestigio 

sé que en todo acontecer, 

no hay sitio donde esconder,

su extremo lúgubre, estigio.

No hay comentarios: