domingo, 25 de junio de 2023

Perdón, perdonar y perdonarme

Olmos, sois viejos mirones 

al borde de mi ventana. 

Ojos verdes y marrones, 

con mis lágrimas, gorriones, 

se bañan cada mañana.


A años luz de tu mejilla,

rozándote, pasó un beso. 

Tú estabas en la otra orilla 

tendiendo nuestra ropilla 

al confín del universo.


Queridos padres y hermanos, 

nuestro amor, junto a la lumbre

del pasado, no añoramos, 

fueron tantos kilogramos

de culpa, de pesadumbre.


Domingo, séptimo día  

de la semana pasada. 

Por un instante, me creía 

oír la voz que nos decía, 

no sé qué, pero cansada.

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