Soy ameno en mi mundo
cosmopolita y barato
e inadaptado por defecto.
Soy el verso camuflado
entre renglones de un certificado
de defunción.
El que da satisfacción,
al explorador urbano,
con el descubrimiento.
No, no hay nada que agradecer
de antemano.
Por supuesto.
Por supuesto.
Soy yo, el que os agradezco,
el tácito reconocimiento
el tácito reconocimiento
y lo mucho que me queréis
(por ser analfabeto).
EL RASTRO
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