sábado, 9 de febrero de 2019

UN CUSCURRO DE AMISTAD


Siento mi corazón
como si tuviera prisa.
Sigo enamorado
y por eso persevero:
le da sentido a la vida.
Pero he de irme.
Nada me echa.
Son cosas de la impermanencia:
me comí la hogaza de pan duro,
y con ella,
se esfumó el apego.
Con un cuscurro de amistad
que me queda,
empapado en gratitud,
sin valor de cambio,
llego hasta aquí a la par
y sin apenas solivianto
por lo que pueda haber perdido:
lo que he vivido he ganado.
Creo que es el lugar oportuno
para deciros adiós.
Un fuerte abrazo a todos,
(menos a uno)

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