Antes de que el invierno sea verano,
y, el verano, un infierno,
con desahogado optimismo,
me apropio de esta receta:
en un sofrito de conciencia,
compasión y altruismo,
media y media,
y en su punto horneados.
Sírvanse los comensales
sin embelecos ni etiquetas,
vacíen bolsos y maletas
y tengan en cuenta los males…
…por comer desesperados.
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