Lo de salir fuera de nuestra zona de confort (arraigo), estará justificado, si es por motivos que obedezcan a las leyes de la naturaleza evolutiva del ser humano, para lo cual, la inteligencia interviene como recurso para adaptarnos a situaciones nuevas a lo largo de cientos de miles de años.
Ahora bien, cuando lo hacemos por imposición subliminal de la sociedad, tras el poder, dinero, éxito, fama o cualquiera otra consideración espuria, puede tener serias consecuencias porque sacrificamos nuestra estabilidad emocional.
Es cuanto puedo decir, basándome en mi propia experiencia. Eso y también esto otro: que existe un lugar, personalizado, donde caen incesantes, los que apuestan y pierden.
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