El sexo no es un pecado.
Endulza la mala leche;
mas, si es otro quien polvo eche
do haya contrato firmado,
es la hembra, si se ha preñado,
quien, al abajo firmante,
lo hace padre en adelante
si es bobo y pica el anzuelo:
pronto cuernos caen del cielo
y apellidos al infante.
Pero ¿A quien se le parece,
si mi estirpe es cuellicorta?
Como importarle, le importa,
pues, la duda le enfurece.
Cuanto más el nano crece,
más sospecha del vecino;
tiene el mismo remolino
donde él un cuerno, en la frente:
lo mismo que el sol naciente
“se lava y estrena un chumino”
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