Cayó en desgracia; pero
dejó una nota que
no tiene desperdicio:
"¿Qué os he hecho para que de mi dudéis
y os pierda la boca? Si al fin y al cabo,
nada os debo y tampoco me debéis;
mas, si por darle a la lengua lo hacéis,
os doy cita previa y... ¡Comedme el nabo!".
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