Colgado en la buganvilla, Julieta,
no hay parte en mi cuerpo sin arañazo.
Puestos a morir, que muera el poeta,
y a mi, deja que te vea una teta
que estoy más caliente que el rabo un cazo
¡Oh, mi amado! Veo que ardes en deseo
¿¡Cómo se te ocurre escalar en otoño!?
Yo, pasaba por aquí, dando un garbeo,
y me he dicho:¿Por qué no subes, Romeo?
y ya ves, querida, por casi me escoño!
Otro día...
Lindo bulto en el leotardo, Romeo.
Sube y ten cuidado con la enredadera;
no te dejes en las ramas mi trofeo.
¡Para un poco! Que aprovecho mi aleteo
y voy volando a ponerte una escalera
Fin
Se acabó lo que se daba, Julieta,
y no hay más chinches que la manta llena.
A tomar por culo la bicicleta,
y, al pan pan, que la vida en el planeta
es sexo y muerte; divina y obscena
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