Oh! Energía primigenia
que despertó mi Big Bang:
la mente se las ingenia
y el instinto dispondrá.
Recuerdo que estaba triste.
Probablemente por nada,
y tú me contaste un chiste,
yo solté una carcajada.
Viajaron las endorfinas
hasta las uñas de mis pies;
treparon a las colinas
donde manaba la miel.
Luego entré en el cuarto oscuro,
revelé con la luz roja,
lo que Eva esconde tras la hoja,
y me costó treinta duros.
Retomando la experiencia,
sexo y risa es dopamina,
lo de más es apariencia,
cuando ya no se te empina.
No hay comentarios:
Publicar un comentario