Soy una persona que atravesó el campo gravitacional de la infancia, adolescencia y juventud, tan rápido, que fui adquiriendo cada vez más masa, por lo tanto, mi pasado fue pesado. ¿Eh? No. No es que fuera obeso sino más bien, anoréxico, y cuando intuí que mi futuro se cristalizaría (por comparación) en el de una momia con las vísceras por un lado y el corazón solitario en el esqueleto, ahí empezó todo, porque ¿Cómo podría pensar si no podía sentir, experimentar y todo lo demás?
Aún no estaba embalsamado y, entonces, de profundis, exclamé: ¡Oh dios, donde me he metido!. Pero, que si quieres arroz Catalina. No hay tío páseme usted el río: acababa de enfrentarme a mi destino y los dioses me castigarían por díscolo.
Y colorin… Nada nuevo, en todo caso, soy una adaptación contemporánea homologada o, mejor dicho, homo-logueada: porque sí, entré en mi conciencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario