Ni el buen portero
puede parar dos balones…
y menos, tres
La fuente brota
para que el río suceda
a toda costa
Es el dinero,
de entre todos los amigos,
el traicionero
Oscila el péndulo.
Las campanas del reloj
suenan prudentes
Una minúscula
nota del canto de un pájaro
cuaja en mi mente
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