Sabiendo que no hay tutía,
que con su pan se lo coma
el necio con picardía;
pero no se merecía
morir como la carcoma:
sin aliento en el vacío,
apagándose en silencio.
Un plano de su bohío
de frente fotografío
y su muerte reverencio
A dios fulano de tal.
Solo conozco tu mote.
Si no fui a tu funeral,
no me lo tomes a mal
y espero que el loto brote
del fondo de la escombrera.
¿Qué le importa al comprador
la raza, sexo o bandera
de quien la mano metiera
dentro del contenedor?
Nada. Solo existe el yo,
yo y yo y la satisfacción
inmediata. Uno compró
¿Y el otro lo que vendió,
bajándose el pantalón
o subiéndose la falda,
fue éxtasis o sicalipsis?
El trofeo en una balda;
la envidia verde esmeralda
(si falta algo, es por elipsis)
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