Ay! Si me hubiesen dado un euro
por cada vez que he escuchado:
"de fora vindrán y de casa mos tirarán".
Me hubiera podido pagar,
un máster o dos, o tal vez, un doctorado.
Pero no fue así, y a casa vuelvo, solo,
con una diplomatura en latín…
latón, cobre, bronce, aluminio,
hierro, trapos y papel…
y el corazón en su sitio
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