Escupiendo
al cielo, vota,
el más tonto
y mentecato
y es porque
no tiene olfato
¡El muy
animal de bellota!
Luciendo esa
narizota
parece una
paradoja,
pero, igual
que cae la hoja,
(como se
encuentra debajo)
le caerá el
escupitajo
que no es un
vino de Rioja
Un mendrugo
pal mendigo
Es placer
que experimenta
Cuanto más
poder ostenta
Quien solo
mira su ombligo
Al que le
importas un higo
Él engorda y
tu adelgazas
A la miseria
te abrazas
Y te está
bien empleado
Si en manos
queda EL ESTADO
De un
tontorrón y bocazas
Mequetrefe
soberano
Rey
autoproclamado
Disfruta
siendo el villano
En el “sueño
americano”
Y así será
recordado:
Cabeza Pollo
Primero,
Príncipe del
Avecrem
De zafias
formas, grosero
Pasó de reo
a carcelero
Y, de huevo,
a la sartén
[coda]
Escupiendo
al cielo, vota,
el más tonto
y mentecato
como se
encuentra debajo
le caerá
este latinajo
que a su
proceder hace justicia:
“Os stultorum pascit imperitia”:
“La boca de
los necios
se alimenta
de sandeces” …
…y, si el
mendrugo agradeces,
es que no
tienes remedio
[variación]
Al que le
importas un higo.
Lo pone en
verde, la papeleta
Porque no es
otra su meta
que el
convertirte en mendigo.
En pleno
éxtasis patriótico
Más que un
cordón sanitario
Como es un
brote sicótico
Les viene
pintiparada
Una camisa
de fuerza
Con
pronóstico reservado
[puente]
Dignidad,
tienen al nacer,
tanto “el
uno” como “el otro”;
debajo el
brazo, un tesoro
y un enigma
que resolver:
[estribillo]
“¿Por qué a
la bota le llaman bota
y, a la
pelota, pelota
si lo que
bota es la pelota y no la bota?”
“¿Por qué a
la cama le llaman cama
y, a la
cómoda, cómoda
si lo que es
cómoda es la cama y no la cómoda?”
[final con
arrebato]
piiiiitapitapitapitapita…
¡Pita Obiscal!
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