Tu figura me conmueve
cuando paso por tu lado.
Veo un niño descuidado
que no crece sino embebe.
Mi conciencia se remueve
y alerta a la compasión;
noto que en el corazón
se despierta la ternura:
pobre loco, tu locura,
¡Ay! Me hace entrar en razón
Extendió
sus tiernas alas
el pajarillo y le fue
imposible remontar:
¡Madre, no me dejes solo
hasta que aprenda a volar!
Gritó para sus adentros
y afuera… la soledad
de la emotiva locura:
junto con perros y gatos
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