Cristiano condescendiente,
tiene tanto de tonto como de mangante
quien, en política, pide una limosna,
por el amor de Dios,
para emborracharse... de poder.
Pues quiere, ni más ni menos, hacer,
de un quiosco, una discoteca
para que se desnuquen bailando,
la danza de la opulencia
con la música a to meter
¿Quien, quien?
Dime cuando, cuando, cuando
y por quien doblan las campanas
¿Están doblando por mí, di?
¡Oh, escéptico pagano!
Te libraste por bien poco,
al no creer lo que promete,
un príncipe meninjococo
esclavo del peluquero
y bujarrón solapado.
Pues, bienaventurado eres tú,
que aún conservas, “intractos”,
los siete pliegues del “bul”
Ayayay, Mister Trump!
No hay pedo
A poco sabe el banquete
si a la hora de pagar,
hay que salir corriendo
porque eres insolvente
Ayayay, Mister Trump!
No hay pedo
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