Bajar la pendiente sin frenos,
¡Qué fácil es! Llegar al final
o que los días sean breves...
¡Qué más quisiera!
Tabaco, vino, conversación;
materia prima que es de primera,
al fin y al cabo, es lo que queda
en la maleta del perdedor.
Es leit motiv, el Elixir.
Al cuarto brik,
de Don Simón,
el músculo de la lengua,
se soltó.
Sus manos, de artista pianista,
ya no digitan, solamente agitan,
vivace, el compás de su verbo,
Pero él se siente contento
por la eximia compañía,
que le brindan, los que aún no han muerto.
Es leit motiv, el Elixir.
Al cuarto brik,
de Don Simón,
el músculo de la lengua,
se soltó.
De espaldas lo vi caminando
con paso cansado.
Iba dibujando su despedida.
No quiere molestar en esta vida,
al fin y al cabo, tan chunga;
con su maleta se fue cantando una rumba.
Mi verso es simple como una chabola.
No habla de El Hijo, La Paloma y El Padre;
solo quiero rendir un homenaje,
al hombre del reciclaje
y a su maleta de decepción.
Es leit motiv, el Elixir.
Al cuarto brik,
de Don Simón,
el músculo de la lengua,
se soltó.
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