Me libré -le iba diciendo a Vicente- por los pelos, porque, si en vez de ser un guardia jurado, es un guardia civil, me hubiera puesto otra multa por tener en mi poder, mejor dicho, en mi boca, un espécimen protegido. No te preocupes, Bigotes. Como sé que te gustan los puros, te he guardado estos que me encontré, la semana pasada, en la Avenida de Aragón, en el contenedor que hay justo donde vive fulano de tal; me iba diciendo, en tanto que me señalaba una bolsa que contenía varios estuches de madera de cedro, (de cerdo, no. De cerdo era su contenido) y él continuaba la tarea de descargase el resto del material para la venta.
Joder, te estás poniendo las botas con el canguelo que les ha entrado a los políticos que recibieron regalos de la Gürtel, (a diestro y siniestro, ¡Como si no hubiera un mañana, oye!). No hace mucho, te encontraste relojes, estilográficas, móviles y no sé cuantas cosas más -le iba diciendo mientras escudriñaba la bolsa- y, ahora… ¡Hostias, si son Cohíba Benike! Exclamé, al revelárseme el contenido. Se me abrieron las carnes al verlos… tan hermosos… y olerlos… ¡ummm!. Me llamó, poderosamente, la atención que, el indio cohíba de la vitola fuera un holograma; pero resulta que, estos puros de edición limitada, tienen más medidas de seguridad que un billete de a 500 machacantes. Cerré el trato con Vicente y me fui hacia mi puesto; que ya era hora de montar.
Son puros que te aguantan, perfectamente, un partido de fútbol… desde la tribuna de invitados. O una corrida de toros… desde el tendido cero. O cosas así; ya me entienden. En cualquier caso, no son para fumarlos en la intimidad familiar, donde todos conocen, aunque disimulen, lo fantasmas, arribistas e incompetentes que son, y, lo peor de todo; cómo se los han ganado. Lo contrario que hice yo, que fue, fumármelos en la intimidad porque nadie se creería que se tratara de auténticos puros Cohíba Benike, y, de creérselo, pensarían que los había robado. No me cabe duda, de que sería algo así, como cuando mi madre, hábil prestidigitadora en el manejo de la alpargata, me daba un alpargatazo, por equivocación, y me decía, cuando protestaba: “pues, para cuando te lo ganes”.
No fue fácil para mí el fumármelos. Pero tampoco me resultó difícil del todo. Fue… ¿Cómo diría yo? Una contradicción pequeño burguesa más. Sí, eso.
EPILOGO
Lo que ha estado sucediendo, desde que se comenzó a hablar en los medios de comunicación, en cuanto a que había circulando ciertos regalos envenenados, a políticos sin moral y sin vergüenza, de los cuales, nos hemos beneficiado tanto vendedores como compradores del Rastro VLC, me recuerda mucho a lo ocurrido en el mundial de fútbol de Mexico 86. ¿Se acuerdan? No. Lo de la mano de Maradona, no, que aquello fue más bien para olvidar. Lo de Gary Lineker, a la sazón, jugador del Barça y de la selección Inglesa. ¡Oh, aquello fue memorable!. Ocurrió en el primer partido, Inglaterra vs Irlanda, ¿O viceversa? No me acuerdo; pero sí, que el pobre muchacho estaba todo el rato con retortijones de tripas, y se moría de ganas de decirle al colegiado: "¡Arbitro!, ¿Puedo ir a un mandao y ya vengo?”. Así estuvo aguantando hasta que, en un lance aciago del juego, al hacer un esfuerzo para alcanzar un balón, va, “y se fue en greñas”. Al caer o, mejor dicho, al tirarse, se quedó sentado y, con mucho disimulo y profesionalidad, arrastró el culo por el césped todo lo que pudo. Un compañero de equipo, le preguntó: ¿“Eh, qué te pasa, Gary?” Entonces, levantó el brazo derecho con el índice apuntando al cielo (como San Vicente), y le respondió con un susurro: “me he cagao”.
Yo diría que, a estos políticos nefastos y corruptos, les ha pasado lo mismo que a Gary Lineker, (salvando todas las distancias éticas que sus respectivos oficios les exige). Mientras pasean al perro por la noche, de paso, se acercan al contenedor, con disimulo, y dejan caer el marrón y, a continuación, arrastran el culo por la hierba de los jardines de sus exclusivos barrios.
En resumidas cuentas, está claro que, unos han estudiado Leyes para robar; y otros, Económicas para esconder el botín, y que cuando se juntan con la erótica del poder; adiós muy buenas y ríete tú del gel Durex que anuncian por la tele. Yo creo que la gente antes era más inteligente. O eso me parece a mí. No sé. No perdían tanto el tiempo en estudiar para acabar en el mismo sitio: arrastrando el culo por el cemento del patio del talego. Porque la policía no es tonta, saben. La policía, ve una colilla en el suelo, y dice: aquí han fumao. Suena el teléfono, y dice: alguien llama.
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