Con más espolones que un gallo
diviso lo que son umbrales
que con Filomena batallo
buscándole a la misma un fallo
y no tener que usar pañales.
Aunque veo, oigo, huelo, percibo,
más pronto que tarde, no habrán
goces del himeneo, y vivo,
dentro de mi cuerpo cautivo,
tornaré al Edén con Adán
como un niño de teta y cacas,
solo que, mis incontinentes,
otrora gracias o alharacas,
sin poderlo evitar aplacas,
con pellizcos condescendientes
Ay, lo qué será de mí! ¿o de ti?
pues este declive me alarma
que, sin quererlo me peí,
cuando el otro día tosí,
tejiendo el hilo de mi karma
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