Mal acaba dos mil doce.
Dos mil trece triste empieza,
por más que gima o solloce
no se levanta cabeza
Tenemos un rey rijoso
cuyo estandarte enarbola
en el cuerpo cavernoso
de su polla rilaora
Con la escopeta en la mano,
en ausencia de las musas,
se muestra muy campechano
dando pueriles excusas
"no volverá a suceder"
¿¡lo sientes, jodio por culo!?
bien haces en esconder,
y no ponerte tan chulo,
tus divinas concesiones;
pues, en Francia, los burgueses,
con dos pares de cojones;
pero espurios intereses,
deslavazaron borbones
y, según cuenta la crónica,
acabaron con ratones
y con la peste borbónica
Sé que soy un insolente,
más o menos jacobino,
que me cebo en el regente;
mas, con esto ya termino,
Su graciosa majestad:
tenga un feliz dos mil trece.
Se lo digo sin maldad.
¡Ah! Y chúpemela que me crece
martes, 22 de enero de 2013
miércoles, 16 de enero de 2013
SALVAJE Y ABURRIDO
El poeta colecciona palabras.
Las puntea en su memoria como un sastre
hilvana el patrón al paño.
La experiencia deshilvana las silabas
para que cojan ritmo los versos,
melodía las estrofas y armonía los conceptos
en la tolvanera de un mundo sin ética ni imaginación.
O lo que es lo mismo: salvaje y aburrido
Las puntea en su memoria como un sastre
hilvana el patrón al paño.
La experiencia deshilvana las silabas
para que cojan ritmo los versos,
melodía las estrofas y armonía los conceptos
en la tolvanera de un mundo sin ética ni imaginación.
O lo que es lo mismo: salvaje y aburrido
jueves, 10 de enero de 2013
ABRAZAO A LA MISERIA
Marca blanca salerosa
que me sacas del apuro,
no porque seas graciosa
te doy coba, te lo juro.
Tú ya sabes que soy probo;
que soy fiel al "Hacendado";
que lo compro y no lo robo;
¿que por qué estoy cabreado?
Porque me cago en tus muertos,
mortadela de aceitunas,
que no hay mayores entuertos
que incrementar las fortunas
con comidas para perros,
(que adoran los susodichos)
Ya salchichas de becerros
o cualquiera que otros bichos
Ni gatos ni perros sueltos
pululan por las aceras,
triturados y revueltos
se cuecen en las calderas
del demonio matachín.
La sal, a las carnes muertas,
es como el mago Merlín.
Ya lo sé, soy gilipuertas
Se me sube la tensión.
Casi me explota una arteria;
pero, es que estoy por devoción,
¡abrazao a la miseria!
que me sacas del apuro,
no porque seas graciosa
te doy coba, te lo juro.
Tú ya sabes que soy probo;
que soy fiel al "Hacendado";
que lo compro y no lo robo;
¿que por qué estoy cabreado?
Porque me cago en tus muertos,
mortadela de aceitunas,
que no hay mayores entuertos
que incrementar las fortunas
con comidas para perros,
(que adoran los susodichos)
Ya salchichas de becerros
o cualquiera que otros bichos
Ni gatos ni perros sueltos
pululan por las aceras,
triturados y revueltos
se cuecen en las calderas
del demonio matachín.
La sal, a las carnes muertas,
es como el mago Merlín.
Ya lo sé, soy gilipuertas
Se me sube la tensión.
Casi me explota una arteria;
pero, es que estoy por devoción,
¡abrazao a la miseria!
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