La historia que os cuento
De primera mano
Desde mi nacimiento:
Ya “cautivo y desarmado”,
el pueblo, y él, un anciano
Yo, en esos momentos,
como era un bebé
sin dogmas ni credos,
El “Régimen”, para mí,
Era comer cagar y tirarse pedos
La iglesia del cuento
Con agua bendita
Ungía al elemento
Que era fiero como un lobo
Con voz de Caperucita
Lo había descubierto
Estaba en un salmo
Lo daba por cierto
Que en el mundo menos él
Todos la tenían de a palmo
Taimado, el sujeto,
por obvias razones,
guardó su secreto:
proyectando sus complejos
en fusiles y cañones
Le bailaban el agua
de Una Grande y Libre
Patria policial
El que no se la bailaba:
A picar piedra a El Escorial
Rodeado de tubos
Sonaba el clarín
No vio el descabello
Y al pájaro mojigato
Le llegó sus San Martín
No quiero ir al cielo
Por si me lo encuentro
Sentado a la diestra
El que anduvo bajo Palio
Hoy la historia lo detesta
Al perro que ladre
Que lo eche de menos
Que fomente el oído
Le diría que el pasado
se lo llevó su puta madre